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¿Eres autónomo y trabajas en casa? Deduce hasta un 30% los suministros

¿Eres autónomo y trabajas en casa? Con la nueva Ley vas a poder deducir hasta […]

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¿Eres autónomo y trabajas en casa? Con la nueva Ley vas a poder deducir hasta un 30% los suministros. Te lo contamos al detalle.

  • Como cualquier emprendedor, querrás tener un control total sobre los costes de tu negocio, conciliar y deducirte todos los gastos
  • Con la reforma de la Ley de Autónomos vas a recibir una ayuda

Aunque algunas personas imaginen la vida del emprendedor como una situación idílica, en la que se trabaja tranquilamente con pijama sentado en el sofá de casa, la realidad es muy diferente.

Seguro que te identificas con esta situación: llamadas de clientes en una tarde de sábado, cuando llegas a casa tus hijos duermen, la cuenta en números rojos a fin de mes y hay que pagar a los proveedores, o cuando llega el momento de declarar el IVA ya no sabes que más gastos deducirte para pagar menos.

¿Qué gastos de suministros tienes si trabajas desde casa?

Trabajar desde casa va a significar que te ahorrarás el alquiler de un espacio de coworking o de una oficina, pero que tendrás gastos derivados del uso de un lugar de tu vivienda como despacho. Estos gastos son los siguientes:

  1. Internet. Es fundamental para tu negocio ya que tendrás que estar conectado con tus clientes y controlar tu empresa.
  2. Luz. La energía eléctrica es esencial para tu ordenador, tu móvil o tu impresora.
  3. Agua. Tendrás un gasto de agua como en cualquier oficina.
  4. Gas. Lo necesitarás para calentar tu despacho, salvo que la calefacción sea eléctrica.
  5. Teléfono móvil. Es tu herramienta esencial para desde casa o cuanto salgas a una reunión y controlar tu negocio.

La reforma de la Ley de Autónomos 2017-2018

La Ley de Autónomos ha sido reformada recientemente para dar respuesta a una de las reivindicaciones de los autónomos que trabajan desde casa: poder deducirse los suministros que se destinan a su trabajo.

Antes de la reforma era posible la deducción, pero era complicado porque Hacienda entendía que la mayor parte de los suministros se destinaban a la vivienda y no al trabajo y, por ese motivo, exigía contadores separados, lo que en la práctica casi nadie tiene.

Esto ha cambiado y ahora está todo mucho más claro: te podrás deducir los suministros en un 30%. Los requisitos que se deben cumplir son los siguientes:

La vivienda tiene que estar destinada a tu actividad profesional en la parte que corresponda. Es decir, si utilizas un despacho de tu casa para trabajar, la superficie de ese despacho representará un porcentaje sobre el total de la vivienda y ese porcentaje es el que está afecto a tu actividad.
El porcentaje del 30% se aplica a la parte de la vivienda en la que trabajas.
Los suministros deberán estar a tu nombre. Es decir, si la casa está a tu nombre, pero los suministros están a nombre de tu pareja, por ejemplo, no te los podrás deducir.

Importante: la reforma entró en vigor el 1 de enero de 2018.

Un ejemplo de deducción

Para que entiendas mejor cómo funciona la nueva deducción por suministros te la explicamos con un ejemplo:

Si tienes una vivienda de 100 metros cuadrados y destinas 40 metros a tu empresa, el porcentaje de tu vivienda afecto a tu actividad es del 40%. Si aplicamos el porcentaje de deducción (30%) a la superficie de tu casa que utilizas para trabajar, obtendremos el porcentaje de deducción que corresponde: 12%.

Ese es el porcentaje que podrás deducirte sobre el importe de las facturas de los suministros.

¿Qué beneficios aporta el poder trabajar desde casa?

Comenzar con un proyecto emprendedor significa tener muchos gastos de golpe y casi ningún ingreso, por lo que cualquier ayuda es bienvenida y trabajar desde casa será una decisión que te aportará diversos beneficios:

Ahorro en tiempo y en desplazamientos. No tendrás que coger el coche o el metro todos los días para ir a trabajar por lo que podrás gestionar mejor tu tiempo.
Conciliación. Si tienes más tiempo porque lo optimizas, tendrás la oportunidad de disfrutar de tu vida privada y conciliarla con tu vida profesional.
Reducción de gastos. No tendrás que pagar el alquiler de una oficina y los gastos asociados.
Vida sana. Evitarás más fácilmente las comidas rápidas al no comer fuera de casa.

Y, desde luego, si te apetece estar un rato trabajando en pijama, ¿quién te lo impide? Se acabó lo de ponerse traje todos los días.

Para el control de gastos puedes ser una gran ayuda un software de facturación. Sabrás en todo momento en qué situación está tu negocio.