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Jornada intensiva para pymes: cuándo y cómo es rentable

– La jornada intensiva requiere adaptar ciertas operativas e infraestructuras de tu empresa – Los […]

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Hacemos un repaso a qué puede significar para una pyme que sus empleados tengan jornada intensiva en ciertos momentos del año.

  • La jornada intensiva requiere adaptar ciertas operativas e infraestructuras de tu empresa
  • Los beneficios no solo son un mejor ambiente laboral, el ahorro energético y el aumento de eficiencia también lo son

Cuando se acerca el verano lo primero que se nos viene a la cabeza es: verano = jornada continua. Pero, ¿cuándo y cómo?

La jornada intensiva es un tema que hace a más de uno llegar a la crispación. El calor, las vacaciones y el cansancio hacen que se hable de ello sobretodo en época estival.

Si sumamos a los horarios extensos, la falta de flexibilidad y de conciliación, reuniremos el temido póker de ases que perjudica la salud laboral de tus trabajadores y, en consecuencia, de tu negocio.

La jornada intensiva mejora la productividad, ¿mito o realidad?

Según la Organización Mundial del Trabajo, en España estamos en el puesto 36 en productividad laboral, lejos de países vecinos como Alemania, Suecia o Finlandia. Uno de los principales problemas de la empresa española, principalmente en pymes, son los horarios de trabajo.

Dicho de otro modo: “echamos” muchas horas, pero las echamos mal

Si en grandes empresas y en otros países lo han implantado como modelo de trabajo, ¿será porque funciona?, ¿qué beneficios obtienen?

  • Más tiempo libre para el trabajador: una jornada continua que permite terminar antes su jornada y tener la tarde libre. Hará que estén más motivados, descansados y contentos porque en su día habrá “tiempo para todo”.
  • Más productividad: una jornada continua puede hacer que tus empleados lleven una mejor planificación de sus tareas y optimicen su tiempo en la oficina, disminuyendo el presentismo laboral.
  • Más ahorro energético: sí, como lo oyes. Tus empleados estarán fuera de la oficina antes, de esta forma, se aprovecharán más las horas de luz natural, menos aparatos electrónicos y ¡qué decir del aire acondicionado!.
  • Más conciliación familiar y laboral: uno de las mayores preocupaciones de los trabajadores es poder llevar su vida laboral y familiar sin quedarse en el intento. Compaginar ambas, hará que den el máximo en cada momento.

Si tiene beneficios, ¿por qué no implantarla?

No, no te hemos leído la mente, sino que esta pregunta es la que hace a muchos empleados cuestionarse su situación laboral respecto a las jornadas de trabajo.

Cuando la jornada intensiva es viable, todos salen ganando. Las grandes empresas entienden que lo importante no es el presentismo en la oficina, sino los resultados. Por ello, implantan medidas que pueden mejorar las condiciones de los trabajadores y aumentar su productividad:

– Establecer la jornada intensiva
– Dar flexibilidad horaria
– Impulsar el teletrabajo

Cambiar los hábitos de trabajo tanto de tu empresa como de tus empleados no es tarea fácil. Con una buena planificación y adaptación de tus recursos a las necesidades de cada jornada puedes aumentar la productividad de tu operativa.

¿De cuándo estamos hablando…?

Ya hemos comentado los beneficios de la jornada intensiva. Podría aplicarse en cualquier momento del año pero, inevitablemente, es en verano cuando sale a la luz.

No todos los negocios pueden permitirse este cambio de horario. Negocios de atención al público o industriales no podrían aplicarlo. Deben cumplir una jornada extendida debido a las exigencias de su sector.

El “echar horas” cada vez es menos común en las empresas que han reconocido los beneficios de estas nuevas formas de trabajar. Las nuevas tecnologías juegan un papel importante y lo ponen más fácil. Contar con herramientas adecuadas que te aseguren una buena gestión online de tu negocio será clave en los cambios de jornada laboral, para que tu negocio no salga perjudicado.